LA HORA TILÍN

 

Imagen de Mohamed Hassan


Abigail rueda hoy su cuatro por cuatro de insolentes topos fucsia sobre esa hora de la que tanto parlotean los telediarios, un momento en el que la soltería de jornadas de trabajo dilatadas sacian su instinto reproductor entre la leche sin lactosa del súper y los desodorantes de pies. Sin embargo, Abi no está en el mercado, no tanto por su edad (ronda las setenta décadas), como por el hecho de que ella se abastece en los contenedores de mi barrio, donde, según me cuenta, ha saludado a más de un tipo que miccionaba aliviado (o con esfuerzo inusitado) mientras ella separaba con ojo crítico el género todavía fresco. Mañana le bajaré el abrigo que ya no necesitará mi madre.