DOODLE
Cinco meses. Ojos hipnóticos, media cola y el instinto de un guepardo. Dudel, el paracaidista, voló y la parca tras él. Nadie sabía de quién, de dónde ni la excusa que impidió el drama.
Esperanza sanó su cuerpecito.
_Ha tenido suerte. Y es muy bueno _dijo la veterinaria.
Su familia de adopción no ha ido a recogerlo. Dudel, con la infancia marcada, ha pasado a un refugio de felinos donde esperará la llegada de alguien que sea mucho más que un amo.